
Quise contemplar tu mirada
en paisaje marino ultravioleta
mis llantos sucumben en la arena
y se acurrucan roñosos a tu espalda
la hora
el disentimiento con olor a trementina
dilata tus pupilas amargas
ahora
el olor se diluye en la fuente de tus reflejos
una ojeada a los palacios del rincón de la tierra
permíteme respirar de tu aliento
un suspiro que remueve las cenizas
un murmullo aturdido
que danza tras la lluvia de mi ventana.